Afilando bisturíes

La inocencia es un alto precio que todos terminamos pagando…

Esperando

Esperando
Todos los días se sentaba a la misma hora a esperar el autobús.

Los habituales de la parada ya la conocían pero se preguntaban qué autobús esperaría, puesto que nunca la veían subirse a ninguno.

Mirada ausente y nostálgica sonrisa. No aparentaba más de 20 con esa cara aniñada salpicada de pecas.

A veces escuchaba música con unos enormes cascos, y otras leía algún libro o escribía en una vieja y gastada libreta de color azul.

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