Afilando bisturíes

La inocencia es un alto precio que todos terminamos pagando…

Esperando

Esperando
Todos los días se sentaba a la misma hora a esperar el autobús.

Los habituales de la parada ya la conocían pero se preguntaban qué autobús esperaría, puesto que nunca la veían subirse a ninguno.

Mirada ausente y nostálgica sonrisa. No aparentaba más de 20 con esa cara aniñada salpicada de pecas.

A veces escuchaba música con unos enormes cascos, y otras leía algún libro o escribía en una vieja y gastada libreta de color azul. Siempre con esa mirada triste y ausente, aunque sus labios esbozaran una tímida sonrisa.

Alguien le preguntó una vez si había pasado ya el autobús, y ella respondió con un simple encogimiento de hombros. Ni una palabra. Demasiado sumida en sus pensamientos para mirar siquiera a nadie.

Y allí siguió. Días, meses y años.

Esperando un autobús que nunca llegaba.

Esperando a alguien que ya no volvería.

2 comentarios

Deja una respuesta

Puedes usar HTML básico en los comentarios.