Cuando todo va mal no se puede hacer otra cosa que esperar a que mejore la situación.
Empecé el año con mala pata, nunca mejor dicho, cuando ayer por la tarde, camino de la #twittmad me resbalé en el metro y me caí, doblándome el pie con tan mala suerte que me hice un esguince severo. Desde el metro me llevaron los del SAMUR, uno de cada lado, hasta la salida y ahí me esperaba una ambulancia para llevarme al Ramón y Cajal. Yo maldecía mi mala suerte sin tener ni idea de que lo peor estaba por llegar.…
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