Corazón viajero
Esta es la historia de un corazón que, inconformista con su envoltorio, fue a parar a otra caja torácica, para alegría de unos, y desconsuelo de otros.
Él recorría el mundo sólo con su mochila, y la música como compañía. Era solitario. De pocas palabras, aunque amables.
Ella nunca habló demasiado, más por miedo que por falta de ganas. Temía malgastar su último aliento con frases innecesarias, y se las guardaba para la gran despedida.
Él buscaba aventuras y nuevas emociones. La adrenalina era su mayor droga.
Ella estaba habituada a las drogas legales, que en forma de cápsulas, le administraban cada día.
Él buscaba un hogar, pero no sabía que en realidad, no era un lugar, sino un estado de ánimo. Cuando lo descubrió, ya fue demasiado tarde.
Ella se sentía protegida entre los suyos. Echaba de menos el mundo exterior, más allá de la aséptica blancura del hospital.
El día que el corazón viajero aterrizó en su pecho, ella contuvo el aliento. No dijo nada. Sólo una sonrisa.
Las palabras llegarían después, y ya no habría quien la callara.
9 comentarios
Como dije en un principio, para escribir sólo hace falta corazón y, hoy, mi querida Nebelang, lo has demostrado. Que nadie te juzgue, vez alguna, con ligereza, pues hay más belleza y corazón del imaginado más allá de esos letales ojos de mujer.
Sonando: http://open.spotify.com/track/0YiYzBAj1vxYmjOYQpMdMr Manuel Carrasco – Que Nadie
Precioso, Ana. Yo tambien espero un corazón viajero 🙂
(habia puesto mal la web)
Y nunca más calló porque su corazón la impulsaba, enaltecía su ego renovado hasta límites insospechados al igual que el corazón tomaba aire puro del renacer de una vida apagada; y así en una simbiosis pura ambos convivian dandose y recibiendo todo sin pedir nada a cambio, solo estar juntos para siempre...
Me ha salido así, vale. Bonitas palabras las plasmadas esta vez en tu blog ¿ves como solo es cuestion de dejarte llevar? Ya verás como lo consolidas, si tienes maneras de buena tuitera tambien las tienes como bloguera. Sigue así que vas muy bien y gustas mucho.
Todos estamos esperando ese corazón para desatar nuestras palabras más escondidas 😉 Enhorabuena Ana , por dejar que ese corazón viajero salga por fin a la luz, al igual que todas las palabras que llevas dentro 🙂
Las palabras salen más fácilmente cuando una se da cuenta de que las leen y gustan... muchas gracias a todos! 🙂
Cuando lo leí se me pusieron los pelos de punta (en el buen sentido), y por fin te puedo dejar un pequeño comentario.
Ese relato Ana... podría resumirse en un escalofrío que empieza como un cosquilleo tímido en la nuca y que termina recorriéndote la espina dorsal hasta dormirte los dedos de los pies del impacto. Te añade un nuevo latido al corazón dormido.
¡Enhorabuena Artista 🙂 !
Me has dejado sin palabras. Continúa escribiendo esas cosas, por favor, y será el primer blog que siga con interés de todo internet.
Pasaré de cuando en cuando 😉