El castor
Me limitaré a copiar las dos partes que más me impactaron, y ya decidís vosotros si queréis verla o no. Espero que no os deje indiferentes.
A veces podemos llegar a un punto en que para seguir adelante debemos hacer borrón y cuenta nueva. Empezamos a vernos como si estuviéramos atrapados en una caja, y por más que tratemos de escapar con terapia de autoayuda y drogas, nos hundimos más y más. Y la única forma de reventar la caja y salir, es librándose de ella por completo. Al fin y al cabo, la has construido tú mismo.
Si la gente que te rodea te está hundiendo la moral, ¿para qué la quieres? Tu mujer que finge que te quiere, tu hijo que ni siquiera te soporta. Es mejor que dejen de sufrir.
Empezar de nuevo no es una locura. La locura es ser un desgraciado y andar por ahí medio dormido, atontado un día, y otro y otro. La locura es fingir que eres feliz. Fingir que tal como están las cosas, es tal como tienen que estar el resto de tu maldita vida. Todo ese potencial, la esperanza, toda esa alegría, el sentimiento, toda esa pasión que la vida te ha ido absorviendo. Alarga el brazo, agarra todo eso y luego arrebátaselo a toda esa chusma chupasangre.
Y el discurso final:
Buenas tardes graduados, poetas muertos, futuros Einsteins y el resto de los presentes.
Hoy estoy aquí para advertiros de que os están mintiendo. Nuestros padres, nuestros profesores, nuestros médicos nos han mentido. Y siempre es la misma mentira, las mismas cinco palabras: todo va a salir bien. Pero, ¿y si no es así?
¿Y si parte de la experiencia humana es solo algo heredado? como el pelo rizado o los ojos azules. ¿Y si el dolor viene grabado en el ADN? ¿Y si las desgracias nos llegan por derecho? o ¿y si a veces, sin venir a cuento, cuando menos te lo esperas, las cosas se tuercen?
Ahora mismo hay alguien que está contigo. Alguien que está dispuesto a levantarte, a darte su aliento, a besarte, a perdonarte, a soportarte, a esperarte, a cargar contigo, a amarte. Así que aunque quizás no todo salga siempre bien, una cosa es segura. No tienes por qué estar solo.
El castor, una película del 2011 dirigida por Jodie Foster.
1 comentario
A mí me gustó mucho la película, aparte de toda la historia y las buenas interpretaciones porque decía grandes verdades que pocas veces se atreven a contarnos. Desde que oí hablar de ella me interesó por muchos motivos, pero sobre todo porque me atraen mucho las películas de gente al límite, depresiva... no todo tiene que ser optimismo y felicidad. Puede que no me llegara tan adentro como parece que te ha llegado a ti, pero eso ya es una cuestión personal. Me consta que esta película no ha tenido mucho éxito, al menos en España, y eso quizá hace más grande la satisfacción de haber conectado con ella.