Afilando bisturíes

La inocencia es un alto precio que todos terminamos pagando…

Alma salvaje

Aventurera y salvaje. Así le gustaba pensarse, y así quería que la recordaran.
Adoraba los árboles, y su pasión era la naturaleza, la montaña y el cielo abierto. Se perdía en sus pensamientos y recorría senderos imaginarios con su pañuelo rojo atado a la frente, y su brújula dorada. Tenía la ilusión de descubrir caminos y explorar el mundo, y a menudo soñaba con escaladas y descensos de las más altas montañas.…

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Esperando

Esperando
Todos los días se sentaba a la misma hora a esperar el autobús.

Los habituales de la parada ya la conocían pero se preguntaban qué autobús esperaría, puesto que nunca la veían subirse a ninguno.

Mirada ausente y nostálgica sonrisa. No aparentaba más de 20 con esa cara aniñada salpicada de pecas.

A veces escuchaba música con unos enormes cascos, y otras leía algún libro o escribía en una vieja y gastada libreta de color azul.

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Buscando

Buscando
¿Por qué es tan difícil ser yo? Se preguntaba mientras esperaba el bus, sentada en la acera.
Completamente de noche y ni siquiera la luna la acompañaba en su espera.
Quizás un poco más de dureza le vendría bien para lidiar con los cambios de la vida. Pero no. A cambio solo tenia una sensibilidad extrema y extraña hacia todo lo que la rodeaba, que por supuesto la gente confundía con debilidad o incluso estupidez.…

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Muñeca rota

Muñeca RotaLa primera vez ni siquiera lo recuerda.

Se lo contó su padre como una anécdota sin que se enterara su madre, porque a ella siempre le había inquietado esa faceta de su niña. Le dijo que apenas se sostenía en pie cuando agarró su muñeca favorita por la melena y con el destornillador, que andaba cerca después de que su padre hubiera montado unas estanterías, fue agujereando el cráneo de la nancy hasta que le separó el rubio pelo artificial de su cara de plástico. Luego se lo llevó a su padre, y le tendió también la muñeca a modo de trofeo, como un gato que caza un ratoncillo y se lo ofrece a su dueño en sacrificio.…

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A solas

A solasSiempre había sido un buen amigo. Se podían pasar horas mirándose y aunque la gente no terminaba de entenderlo, ella era feliz así.

Eso fue en la infancia, pero cuando llegó la pubertad y la temida adolescencia, todo cambió. Su cuerpo sin forma empezó a desarrollar curvas, y de pronto el resto del mundo también la miraba.…

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Vidas prestadas

Demasiado cobarde para vivir la suya, se inventaba nuevas vidas con distintas personalidades, y fantaseaba con ser otra persona, en otro país, en cualquier siglo pasado o futuro.

Le gustaba ir a los bares sin más compañía que su libreta verde, y anotaba cualquier palabra, mirada o sonrisa que se le cruzara.

Después, cuidadosamente, se inventaba una nueva personalidad dependiendo de cómo se sintiera ese día. Podía ser cualquier cosa, todo lo que siempre había soñado. Y durante el tiempo que duraba  la farsa era feliz.…

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Por una mirada

MiradaPor una palabra me giré, y en tu mirada me perdí…

La vida le había enseñado a ser dura y fría. Poco más que una chica de hielo de cara a los desconocidos. Lo que estos no sabían era que lo que parecía hielo en realidad era cristal. Demasiado frágil para dejarse romper de nuevo, por si no pudiera volver a recomponerse, se armó con su coraza y decidió plantar cara al mundo.

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Mundo gris

Túnel de metroCaras desconocidas vagan sin rumbo definido a través de los largos pasillos del metro.

Es un día caluroso, y la humedad se condensa en forma de gotas de sudor sobre la frente de los viandantes.

Para alguien que tiene tan claro su objetivo, el resto de los pasajeros del vagón bien podrían ser simples peones que no saben dónde van ni quiénes son.…

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El jardín de la libertad

Había estado soñando durante meses con escaparse de casa. Sabía lo afortunado que era de tener cama y comida a diario, y era consciente de su suerte, por pertenecer a una familia que lo quería con locura, rozando incluso la adoración. Sin embargo, no se podía quitar de la cabeza la idea de la libertad.

Se preguntaba qué se sentiría al correr libre por los jardines de las urbanizaciones vecinas sin nadie que le regañara por subirse donde no debía.…

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Del desamor y la soledad

PlayaPorque sabía que él no aparecería, por eso ella no acudió a la cita. Recordó que siempre había sido muy reservado, casi ermitaño. Lo que no imaginaba es que era justo por interés, que actuaba de esa forma con ella.

Se había convencido de que el amor no existía, a base de ensayo y error, y ahora cualquier muestra de cariño le parecía exagerada y fuera de lugar. Simplemente, decidió que era una pérdida de tiempo acudir a una cita que acabaría en nada, como en los dos últimos años.…

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